Una vez ya en Compostela, tras la visita al Apostol y el interior de la Catedral,lo más normal es que el peregrino,si su tiempo se lo permite, se decida a conocer el resto de la ciudad,sus monumentos,plazas y calles que las unen con el fin de hacerse una idea de la grandiosidad,tanto del templo como del mismo Santiago de Compostela.
Deberá iniciarse este paseo en la incomparable Praza do Obradoiro, dominada por la impresionante fachada barroca de la Catedral, obra de Fernando de Casas, construida en la primera mitad del siglo XVIII. De las dos torres románicas que hasta entonces flanqueaban la fachada antigua, quedan sus robustos cuerpos, sobre los que se elevan las torres barrocas. Las torres llevan los nombres de "las Campanas" y de "la Carraca";ésta recibe tal denominación por la antigua costumbre de convocar a los fieles para los oficios en Semana Santa con una carraca.
En el centro tenemos el "Espejo", con sus ventanales que hacen más luminoso el templo y a los lados de esta fachada la galería del Museo a la derecha y la del Palacio Arzobispal a la izquierda. Son de admirar aquí otros tres monumentos, emblemáticos de Compostela, que cierran de manera angular la plaza: Al Norte el antiguo Hospital Real, hoy Parador "Hotel de los Reyes Católicos", obra en la que se funden diversos estilos, destacando su portada plateresca.
Por el lado Oeste el severo Pazo de Raxoi, de estilo neoclásico, edificio que comparten hoy la Presidencia de la Xunta de Galicia y el Ayuntamiento. Al Sur el palacio de San Xerome, hoy Rectorado de la Universidad, obra del siglo XVII.
Entre el Parador y el Pazo de Raxoi puede verse la iglesia de San Fructuoso (Angustias de Abaixo) de estilo churrigueresco, del siglo XVIII. Caminando hacia la derecha, se sigue el ángulo recto que constituyen el Museo, cuyas esquinas dominan dos torres escalonadas, la "cárcel de la Corona" y "la del Tesoro", del siglo XVI, con lo que se llega a la "Praza das Pratería.
La "Praza das Praterías" está presidida por la fachada románica en la que se pueden admirar además de las esculturas de David tocando el arpa y la creación de Adán, los tímpanos donde se representa a Cristo en su doble naturaleza, Dios y hombre, y un friso finamente esculpido presidido por la figura de Cristo.
Haciendo frente a la fachada puede contemplarse la llamada "Casa do Cabildo", construida en 1.758, en excelente estilo compostelano. En el centro de esta plaza se observa la llamada "Fonte dos Cabalos". Subiendo la escalinata y contorneando la torre "Berenguela" o del Reloj se desemboca en la Praza da Quintana.
A la "Praza da Quintana" se abre la Porta Real, llamada también Porta do Reloxo, por donde salen las procesiones de la basílica compostelana. Otra puerta, la "Porta Santa" o "Porta do Perdón", rodeada por 27 figuras pétreas.En su parte superior figura una imagen del apóstol con traje de peregrino acompañado de dos discípulos. Ésta es la puerta que sólo permanece abierta en los Años Santos y su apertura solemne se hace el 31 de diciembre anterior a cada "Ano Santo" para dar comienzo a éste.
El lado Sur de la plaza está ocupado por una construcción del siglo XVIII, con elegante arcada, la antigua "Casa da Conga", construida para vivienda de los Canónigos de la Catedral. Al Este el grandioso cierre del monasterio de las monjas benedictinas de San Paio, en cuyo interior se encuentra el Museo de Arte Sacro. Al Norte la "Casa da Parra",con su peculiar chimenea. Subiendo esta escalinata por la izquierda y bordeando la Catedral se alcanza la fachada Norte o de la Acibechería construida en el siglo XVIII, al ser destruida por un incendio la antigua portada medieval románica, llamada Porta do Paraíso. La puerta de la Acibechería, en la Praza da Inmaculada, era utilizada en la Edad Media por los peregrinos que llegaban a Santiago para adentrarse en la catedral.
Ocupa todo el Norte de la plaza la monumental fachada de San Martiño Pinario, en que destaca el cuerpo central rematado en una imagen del santo titular. A la derecha, adosada a la catedral, la fachada moderna del palacio episcopal que limita con la vieja calle del Arco, pasado el cual volvemos a encontrarnos en la Praza del Obradoiro.
Del entorno de la Catedral salen algunas de las calles más típicas de Santiago: a la derecha la Rúa do Franco, en la que nos encontramos el Colegio de Fonseca, del siglo XVI. En la actualidad alberga la Biblioteca Universitaria. Por su ambiente la Rúa do Franco es una de las calles más visitadas de Santiago, por el gran número de bares y restaurantes y por ser lugar de paseo y encuentro.
Desde la propia Praza das Praterias arranca la Rúa do Vilar, donde llaman la atención sus soportales y una serie de edificios como a Casa do Deán y el palacio de Monroy, renacentista. La Rúa do Vilar nos lleva a la Praza do Toural, cuyo principal monumento es el Pazo de Bendaña. Paralela a ésta corre la Rúa Nova, hacia la mitad de la calle la iglesia de Santa María Salomé, mandada construir por Gelmírez en el siglo XII. Por el extremo Oeste de la Rúa Nova se alcanza la Rúa das Orfas. Se continúa por la estrecha y pintoresca calle de la Caldeirería.A mitad del recorrido de ésta se divisa un ángulo del edificio de la antigua Universidad, obra neoclásica de finales del siglo XVIII. Al lado de este edificio está la Iglesias de la Compañía ahora de la Universidad, ya secularizada y utilizada como local de exposiciones.
En la Praza de Cervantes nos encontramos con una de las iglesias más antiguas de Santiago: San Bieito do Campo, originaria del siglo X. Bajando por la Praza de San Miguel se puede contemplar la fachada de la Iglesia de San Martiño Pinario, con fachada plateresca. Llaman la atención en su interior los retablos barrocos, que figuran entre los más ricos conservados, debidos a Fernando de Casas, y el coro. Saliendo también de la Praza de Cervantes se entra en la Rúa das Casas Reais, a la derecha la Rúa Travesa con la iglesia de Santa María do Camiño, barroca, pero que conserva huellas románicas. Esta calle desemboca en la Porta do Camiño, por donde entraban los peregrinos en la ciudad. Desde aquí podemos ver San Domingos de Bonaval. La iglesia es actualmente Panteón de Galegos Ilustres.
En el antiguo convento dominico está en la actualidad el Museo do Pobo Galego y enfrente el Centro Galego de Arte Contemporánea. En el claustro de San Domingos puede admirarse la original escalera de caracol realizada por Domingo de Andrade.Otros lugares disgnos de visitar son, El convento de San Francisco, en la calle de su nombre, que arranca por la izquierda de la Praza do Obradoiro, fundado por el mismo San Francisco en su visita a Santiago;el convento de Santa Clara (en la calle de Santa Clara), construido en el siglo XIII. Merece especialísima mención Santa María de Sar, en las afueras de la ciudad, al lado del río Sar. Fundada en el siglo XII. Destacan los inmensos contrafuertes y la asombrosa inclinación de las columnas que la sostienen.
Fuente:NOIA
No hay derecho histórico al atropello que se cometió con el traslado de los restos de Rosalía de Castro desde Iria hasta el Panteón de Gallegos Ilustres, en Santo Domingo de Bonaval, en la capital jacobea.
ResponderEliminarElla, respetando lo que fué su voluntad en vida, hubiese preferido, sin lugar a dudas, descansar eternamente en el cementerio de Adina, que ella definía como "encantador", junto a la colegiata de Iria.