2009 Comillas-Burgos

San Vicente de la Barquera














Camino de Stº Toribio




Aunque no nos podemos quejar, el tiempo sigue empeñado en no mostrarnos sus cartas;de todas formas la mejoría es notable si la comparamos con dias anteriores,y todo parece indicar que el sol va ser compañero de viaje durante los próximos dias en vista del "semblante" que la mar nos presenta;esa mar,fiel compañera desde el comienzo y de la que en breve plazo me tendre que despedir.


Desde el "alto de San Vicente" la vista es impresionante,las cumbres nevadas de los Picos de Europa a la izquierda,abajo el pueblo y a la derecha la mar,dan forma a uno de esos paisajes que dificilmente el peregrino podrá olvidar.









Los Picos de Europa desde el alto del puerto



El camino comienza su descenso y casi sin darme cuenta me veo atravesando el puente que cruza la ria,entrada obligatoria para los peregrinos al pueblo de San Vivente de la Barquera.Miro a mi derecha y aprovecho para despedirme de las aguas del Mar Cantábrico, serán necesarios más de setecientos kilómetros para volver a encontrame con ellas,eso sí, convertidas ya en océano,el Atlantico.A lo lejos diviso en el alto,junto a la colegiata,el albergue de peregrinos que tan buenos recuerdos me trae.Por un momento me imagino a Sofía y a Luis en la puerta charlando con Manolo,fiel amigo.Mentalmente les envio un fuerte abrazo;pero en esta ocasión,sintiéndolo mucho,el albergue "El Galeón" no figura en mi "hoja de ruta",será si Dios lo quiere ,para el próximo mes de Septiembre


Hace ya unas tres horas que deje atras San Vicente y el sol empieza a declinar, tendre que apurar el paso ,si quiero llegar con buena luz a Quintanilla de Lamasón,donde intentaré pernoctar.









Monasterio de Stº Toribio




Con un dia soleado y una temperatura más que fresca,parto con los primeros rayos del Sol camino de Santo Toribio de Liébana,unos treinta y cinco kilómetros ,más o menos los mismos de la etapa anterior,me separan del monasterio que alberga ,según dicen,el mayor trozo de la cruz de Cristo y la tumba del Obispo Toribio,aquel ,en cuyo recuerdo se levanto un crucero ,el crucero de Santo Toribio,a la entrada de Astorga,rememorando el sitio donde lloro amargamente al tener que avandonarla.


El paso por el término de Cabañes y posteriormente por Lebeña me hacen sentir la proximidad del fin de esta etapa.Son las seis de tarde cuando ,tras una breve visita , dejo el monasterio y bajo para el pueblo de Potes;aun tengo que solventar el problema de donde pasar la noche,ya que aqui,al ugual que en el resto del camino hasta Burgos no existe ningun albergue;ni albergues ni tampoco flechas que lo señalicen;por cierto.....estoy pensando ¿si no sería éste, el momento de comprar un bote de pintura amarilla,como hace años me recomendó la hospitalera del albergue "Sta Marina y Santiago" de Rabé de las Calzadas ,e ir señalizando la ruta..........?


Con las primeras luces,sin pintura ni brocha,por supuesto,emprendo el camino hacia la meseta,no sin antes tener que ascender el puerto de Piedras Luengas,treinta kilómetros de empinada y constante subida,( me rio yo del Cebreiro) recompensada, por las impresionantes vistas de los Picos de Europa que desde alli se pueden contemplar.









Cervera del Pisuerga










Iglesia de Stª Maria en Basconcillos






Los ventiocho kilómetros de descenso que hay hasta la localidad de Cervera del Pisuerga,son un descanso,comparados con los treinta del día anterior,aunque los dedos de los pies,parecen opinar lo contrario.


A la entrada del pueblo,al igual que ocurriera en el 2006,diviso las primeras cigueñas,que ya seran una imagen constante hasta Portomarín,en tierras gallegas.De aqui en adelante el paisaje sufrirá un vuelco considerable,las montañas, los valles y los verdes prados del norte iran remodelando sus agrestes formas y tomando el color amarillento característico de las tierras castellanas.


Hace ya cuatro dias que abandoné Cervera del Pisuerga.Aguilar de Campoo,Basconcillos de Toro,Urbiel del Castillo,Montouro,Vivar del Cid,fueron las distintas localidades,testigos de mi solitaría andadura,huelga decir que desde San Vicente hasta aqui, mis únicos acompañantes fueron la mochila y el bordón.

Haciendo un breve repaso a la Historia nos encontramos con que es a mediados del s.XI,según documentos del archivo en Stº Toribio de Liébana,cuando tres monjes de este monasterio deciden peregrinar a Compostela siguiendo esta misma ruta.Más tarde ya a finales del s.XVII,existen referencias en la iglesia de Basconcillos de otro peregrino austiaco.En las conversaciones mantenidas con parrocos y funcionarios de ayuntamiento de la mayoría de los lugares por donde pasaba,todos coincidían en no tener contancia ni documentación de casos similares excepcion del ayuntamiento de Cervera y la parroquia de Basconcillos de Toro que si recuerdan el paso de un señor,allá por el año 2006 aproximadamente, que decía ir a Santiago de Compostela.No deja de ser gratificante,que aunque de manera imprecisa, se acuerden de uno,a pesar de que en aquella época,quizás debido a la falta de constumbre,fuese tratado más como un indegente que como peregrino.A ver si va a tener razon nuestro refranero cuando dice que "no hay quinto malo"









Parece que el buen tiempo que hasta ahora nos acompaño,quiere dejar de hacerlo.Pido al Apostol que me conceda solo unas horas más;pronto divisaré las torres de la catedral y por fin habré finalizado,la que quizás sea la parte más dura de este camino que voluntariamente he elegído.


Mañana,me uniré a los peregrinos del camino Francés,donde espero encontrarme,entre otros, con el amigo Maldonao,que según mis cálculos,debería andar también por estas tierras, procedente de Roncesvalles.





ULTREIA













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Consejos a la hora de hacer el Camino

Si está empezando a leer esto es porque está interesado en hacer el Camino de Santiago; pero realmente, ¿Sabe qué es el Camino de Santiago?; ¿ha caminado o pedaleado alguna vez?; ¿está dispuesto a sufrir el calor, la lluvia o el frío?, ¿a saborear la amistad, el paisaje, la soledad o los silencios?.

¿Qué es el camino de santiago?

Desde el descubrimiento de la tumba del Apóstol Santiago en Compostela, en el siglo IX, el Camino de Santiago se convirtió en el más importante itinerario de peregrinación de la Europa medieval. El paso de innumerables peregrinos que, movidos por su fe, se dirigían a Compostela desde todos los países europeos, sirvió como punto de partida del desarrollo artístico, social y económico que dejó sus huellas a todo lo largo del Camino de Santiago. Pero, el Camino no es sólo un resto arqueológico de un espléndido pasado histórico, sino que es un camino vivo, renovado por el paso de los nuevos peregrinos que reviven en este siglo una historia que es patrimonio común a los pueblos de Europa.
Peregrinar a Compostela al modo tradicional no es simplemente hacer un recorrido turístico o deportivo por un itinerario artístico en contacto con la naturaleza. Es todo eso; pero es mucho más. Es encontrarse con las raíces religiosas e históricas de Europa, es renovar un Camino de transformación interior, es caminar al ritmo de otros siglos, es. peregrinar.
Podemos decir que el Camino de Santiago es un símbolo. Es una ruta de fe; una ruta de arte y cultura; una ruta ecológica y humana: un encuentro con la trascendencia; la búsqueda de uno mismo; una peregrinación a Finisterre, al misterioso morir y renacer. Es una aventura física y espiritual y hay que prepararse para ella.

¿Ha caminado alguna vez?, ¿Ha pedaleado alguna vez?

Seguramente sí, pero no es lo mismo hacer un pequeño recorrido por las cercanías de su ciudad, y de forma esporádica, que emprender una aventura como el Camino Francés. Para que esta experiencia le resulte grata, antes de ponerse en marcha conviene que busque información, que conozca la historia del Camino, que se prepare físicamente para poder realizar la peregrinación. Para ello puede ponerse en contacto con caulquier asociación de Amigos del Camino de Santiago . En ellas le facilitarán la información que necesita y le orientarán sobre la organización de las etapas, libros de consulta, lugares de alojamiento y los consejos prácticos que necesita un peregrino.

El Camino de Santiago a pie

Antes de caminar
Para muchas personas la peregrinación a pie a Santiago de Compostela ha sido una de las experiencias más gratificantes de su vida. Al mismo tiempo es un empeño físico y mental que hay que preparar a conciencia. Los siguientes consejos pueden ayudarle.

Preparando el recorrido
Antes que nada hay que procurar ambientarse a base de leer algo sobre la historia del Camino y la peregrinación, que nos ayude a sentirnos eslabones de la gran cadena de peregrinos que nos han precedido, y nos prepare a disfrutar mejor del recorrido. Consulte las guías más actualizadas que existen en el mercado.
Procure hacer un plan de etapas previo, pensando que lo normal es recorrer de 25 a 30 kilómetros cada día. Conviene programar al principio etapas cortas para que su cuerpo se vaya adaptando. Al cabo de unos días ya estará entrenado y podrá hacer etapas más largas. Puede programar algún día de descanso; pero, lo mejor es que realice algunas etapas cortas (sobre 15 Km.), haciéndolas coincidir con el paso por los lugares que quiera visitar detenidamente.
Consulte la lista de albergues actualizada si desea usarlos.Estos alojamientos son exclusivamente para los que peregrinan a pie o bicicleta sin realizar tramos en vehículo, y no se pueden hacer reservas. Los grupos grandes de peregrinos conviene que busquen otras alternativas fuera de los refugios habituales. Suelen tener más medios a su alcance y no es lógico que llenen los albergues y dejen a otros peregrinos en la calle.
La peregrinación andando está al alcance de la mayoría de las personas aunque no sean atletas, siempre que sepan dosificar el esfuerzo en función de sus posibilidades físicas. Tendrá que entrenarse realizando caminatas cada vez más largas y, a ser posible, con la mochila cargada con todo el equipo imprescindible que piense llevar, así comprenderá que cuando "pesa", lleva más de lo "imprescindible", y es mejor dejar lo superfluo en casa.

Preparando el equipo

1. La mochila: Será su compañera de camino durante muchas horas por lo que debe ser cómoda y ligera. Procúrese una de tipo anatómico, con correas en la cintura y el pecho, y con bolsillos laterales superiores. Hay que meter las cosas en la mochila de forma ordenada y en bolsas de plástico de diversos colores para facilitar su uso y prevenir que se puedan mojar. El peso es un tremendo problema, que se evita prescindiendo de casi todo. Si excede de 10 Kg. "le pesará". Al cargarla hay que distribuir lo más pesado al fondo y lo más próximo posible a la espalda. Nunca es conveniente llevar nada fuera de la mochila colgando porque se moja o se pierde con facilidad.

2. Saco de dormir: Es imprescindible si piensa utilizar refugios o albergues de peregrinos. En verano no es necesario que sea muy grueso y por tanto muy pesado. También es conveniente llevar una esterilla para no dormir directamente en el suelo.

3. Calzado: Hay que llevar más de un par y procurar que el pie esté previamente acostumbrado a ellos (usados). Lo ideal sería una bota de tejido, ligera y transpirable, que proteja los tobillos de los esguinces y facilite caminar entre piedras y barro. En verano se pueden utilizar zapatillas de deporte si las botas le resultan incómodas.

4. Ropa: La justa. Dos juegos de cada pieza (camisa, pantalón.); mudas y calcetines necesarios; un jersey y chubasquero o capa que en caso de lluvia pueda tapar la mochila. Una bolsita con detergente facilitará la limpieza y que al final de la jornada se pueda poner ropa limpia. Será agradable para usted y para el olfato de los demás. El estilo y la vestimenta es aconsejable cuidarlos, de forma que se nos identifique como peregrinos y no como simples deportistas. Para ello llevaremos en la mochila la concha y en la mano el bordón del caminante. Es conveniente portar un sombrero de tela o paja; este último especialmente en épocas de calor. Siempre conviene llevar a mano un pantalón largo, que se los pueda poner fácilmente sin quitarse el calzado, y una prenda para evitar enfriarse en las paradas y poder vestirse de forma discreta para entrar en las iglesias, tiendas refugios, etc.

5. Comida: Siempre hay que llevar un poco de comida encima, sobre todo frutos secos, fruta o chocolate; y la cantimplora llena. Es inútil cargar comida para más de un día. En los albergues le informarán si hay dificultades para encontrar alimentos en los siguientes kilómetros.

6. Botiquín: Se puede llevar un pequeño botiquín con yodo, esparadrapo de tela, gasas estériles, tiritas, algún laxante, antidiarreico, una crema anti-inflamatoria y crema solar con alto grado de protección.

7. Bordón: Un bordón ayuda a caminar aunque "a priori" parezca molesto.

8. Varios: Linterna. Una bolsa de plástico (con cordones para colgar al cuello) facilita llevar a mano los mapas sin que se rompan ni mojen. Además de una guía con mapas, puede llevar un libro pequeño que le ayude a la reflexión (Evangelio u otro libro religioso, poesía, y algo sobre historia y arte del Camino); pero no pretenda llevarse toda su biblioteca. Una libreta para tomar notas. No es bueno llevar mucho dinero encima. Es mejor usar tarjetas de crédito o cheques de viaje. Conviene que su familia tenga una idea de su recorrido y los teléfonos de las Oficinas de Información para localizarlo en casos urgentes. Gafas para el sol. Una pequeña navaja multiuso y lo que considere esencial completarán su equipamiento básico. (Atención al peso).

9. Documentación:

1. Personal: El Documento Nacional de Identidad o Pasaporte, y la Tarjeta de la Seguridad Social o cualquiera de Asistencia Sanitaria.

2. De peregrino: Credencial de Peregrino: En esta misma página existe un apartado que explica cómo obtenerla.


Al caminar

Tenga en cuenta que todo el camino está marcado a base de flechas amarillas y mojones de piedra. Esta señalización suele ser más fiable y actualizada que la de las guías, en caso de duda., siga la flecha.
En verano evite las horas de más calor a base de salir lo más temprano posible (procure no hacerlo de noche). Póngase crema protectora para el sol y no use durante muchas horas, sobre todo en los primeros días, camisetas y pantalones cortos. Procure, al principio, no caminar muy rápido hasta que conozca su ritmo. Si peregrina en grupo procure adaptarse al ritmo del más lento, en el Camino no hay que buscar llegar el primero, sino llegar.
Si usa los albergues de peregrinos comprobará que no todos reúnen buenas condiciones: acepte lo que le ofrezcan y agradezca el esfuerzo de las personas que trabajan para ayudarle de modo altruista. Procure colaborar para dejar los albergues limpios y ayude con un donativo para sus gastos de mantenimiento. Por la noche recuerde que hay que respetar el descanso de los demás. Apague el teléfono móvil. Los refugios están previstos para pasar una sola noche y tan sólo para los que peregrinan a pie, en bicicleta o a caballo. En caso de enfermedad consulte con los responsables del refugio, que dependiendo de las circunstancias, le informarán si puede quedarse una jornada más y donde puede encontrar atención sanitaria.
Hacer la peregrinación a Santiago implica una cierta sobriedad en los gastos; no es de recibo el caso de algunos que piden refugio gratuito y luego gastan el dinero sin control en otras cosas. Ser peregrino incluye el ser honesto.
Trate con amabilidad a la gente que encuentre al borde del Camino: no son "ignorantes" que deben estar a su servicio, sino personas normales que suelen tratar bien a los peregrinos porque los que han pasado antes que usted los han tratado así a ellos.
Al caminar por carretera sea prudente, no olvide que es la parte más débil y que los automóviles no se fijan demasiado en un "simple peatón".
Si encuentra alguna deficiencia o se le ocurre alguna sugerencia para mejorar las cosas, póngase en contacto con alguna de las oficinas de información. No se desanime aunque tenga problemas, éstos forman parte de "su Camino" y muchos peregrinos antes que usted los han tenido y los han superado.

¡ULTREIA!.