Es tiempo de reflexión



Es medio día,desde la ventana,contemplo como cae el agua,no se trata del típico "orbayu" astuariano,si no de una tormenta en toda regla,con su correspondiente aparato eléctrico .No puedo por menos que pensar en los pregrinos que van de camino a Santiago,se por experiencia lo que para ellos ésto supone.
Estamos a 16 de Septiembre y muchos de vosotros os preguntareis que "puñetas" (con perdon) hago en casa en estas fechas.Lo mismo me pregunto yo.Desde hace varios años,este era el mes en que con la mochila al hombro,iniciaba mi andadura hacia Compostela,para después finalizar en Fisterra o Muxía;Camino Francés.....Primitivo......de la Costa,daba igual,no importaba cual eligiera,en cualquiera de ellos me encontraba agusto.En total fueron doce las veces que año tras año y alguno en dos ocasiones, venía repitiendo este ritual.
Por eso,al igual que vosotro,también yo me pregunto que hago aqui,que esta pasando.
En mi último Camino,el pasado més de Mayo,en que por cierto me vi obligado a abandonar,por primera vez , cuando estaba llegando a León,(nada grave por otra parte,solo una indisposión transitoría) tuve la suerte de compartir algunas etapas con Francesc y Pepe,dos peregrinos de 78 y 82 años respectivamente,como dato anecdótico os puedo decir que entre los tres sumábamos 42 Caminos.
En una de las muchas charlas que mantuvimos a lo largo de las etapas que realizamos juntos y después de un largo silencio,recuerdo que Pepe me dijo: <...retírate ahora.....aun estas a tiempo>.Como no alcanzaba a entender lo que quería decir con aquella,más que frase,tajante sentencia,le rogue que me lo explicase,a lo que más o menos me respondió: .....como todas las cosas en esta vida,la condición de peregrino tiene también un principio.La primera vez,en la mayoría de los casos,ni nosotros mismos somos conscientes de las razones que nos empujaron a esta aventura.Con el correr del tiempo vamos notando que el Camino tiene algo especial que "nos engancha" y año tras año recurrimos a El,como via de escape del "stres" cotidiano ,ò de la necesidad de, que aunque solo sea por unos dias,volver reencontrarnos con nosotros mismos.Hasta aqui todo perfecto y máxime si tenemos en cuenta las nobles motivaciones que nos empujan a ello.¿Pero que ocurre cuando con el paso de tiempo y sin darnos cuentas esas motivaciones van cambiando........? Pués ni más ni menos que nos encontramos con un montón de Caminos y lo que es peor con un montón de años.El stres,las amistades,el reencuentro interior,en una palabra todas aquellas nobles motivaciones,dan paso a "un reto personal",consistente en demostrarnos a nosotros mismos que nuestra condición física nada tiene que envidiar a la de años anteriores,que los años transcurridos no hicieron mella en nosotros.¿Pero que pasará el año en que por las distintas razones que el destino nos depare no podamos realizarlo y por consiguiente no poder seguir demostrándonos a nosotros mismos nuestra "estupenda" condición física ? Pués sencillamente que ese será el principio del fin.
Fué tras esta breve explicación,cuando comprendi el significado de sus palabras ".. retírate ahora....aun estas a tiempo...>.Fue lo que me hizo reflexionar sobre el paso de los años,los cuales hay que llevar con dignidad y siendo conscientes de nuestras limitaciones.¿quien puede afirmar que a los ochenta años se encuentra en mejore condiciones físicas que a los treinta?.Recuerdo el comentario de una amiga,ya entrada en los cincuenta cuando le preguntaron ¿... y tu que tal andas? a lo que repondió " hombre ,si no entramos en detalles, bién".
En lo que a mi respecta,creo que es tiempo de reflexión,no me gustaría llegar a los ochenta,si es que llego,con la obligación impuesta de demostrarme nada.Quiero ante todo sobreponer la calidad a la cantidad,basta ya de hacer nuevas "muescas en la culata del revólver". No quiero decir con ésto que cuelge las botas,ni mucho menos,si no que simplemente quiero recobrar el "espiritu peregrino" que me acompaño en los primeros años,y olvidarme de los que llevo encima,total cincuenta y nueve no son tantos.

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1 comentario:

  1. Estimado Luis. Que no cunda el desanimo; la vida pasa y todo tiene su tiempo. También creo que una retirada a tiempo es una victoria: esta pasión nuestra por el Camino es muy sufrida y, aunque la forma más plena de disfrutarlo es con polvo y barro en las botas, también hay otras muchas maneras de gozarlo, y este blog tuyo es una forma de ellas. Así que ánimo.Buen Camino

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Consejos a la hora de hacer el Camino

Si está empezando a leer esto es porque está interesado en hacer el Camino de Santiago; pero realmente, ¿Sabe qué es el Camino de Santiago?; ¿ha caminado o pedaleado alguna vez?; ¿está dispuesto a sufrir el calor, la lluvia o el frío?, ¿a saborear la amistad, el paisaje, la soledad o los silencios?.

¿Qué es el camino de santiago?

Desde el descubrimiento de la tumba del Apóstol Santiago en Compostela, en el siglo IX, el Camino de Santiago se convirtió en el más importante itinerario de peregrinación de la Europa medieval. El paso de innumerables peregrinos que, movidos por su fe, se dirigían a Compostela desde todos los países europeos, sirvió como punto de partida del desarrollo artístico, social y económico que dejó sus huellas a todo lo largo del Camino de Santiago. Pero, el Camino no es sólo un resto arqueológico de un espléndido pasado histórico, sino que es un camino vivo, renovado por el paso de los nuevos peregrinos que reviven en este siglo una historia que es patrimonio común a los pueblos de Europa.
Peregrinar a Compostela al modo tradicional no es simplemente hacer un recorrido turístico o deportivo por un itinerario artístico en contacto con la naturaleza. Es todo eso; pero es mucho más. Es encontrarse con las raíces religiosas e históricas de Europa, es renovar un Camino de transformación interior, es caminar al ritmo de otros siglos, es. peregrinar.
Podemos decir que el Camino de Santiago es un símbolo. Es una ruta de fe; una ruta de arte y cultura; una ruta ecológica y humana: un encuentro con la trascendencia; la búsqueda de uno mismo; una peregrinación a Finisterre, al misterioso morir y renacer. Es una aventura física y espiritual y hay que prepararse para ella.

¿Ha caminado alguna vez?, ¿Ha pedaleado alguna vez?

Seguramente sí, pero no es lo mismo hacer un pequeño recorrido por las cercanías de su ciudad, y de forma esporádica, que emprender una aventura como el Camino Francés. Para que esta experiencia le resulte grata, antes de ponerse en marcha conviene que busque información, que conozca la historia del Camino, que se prepare físicamente para poder realizar la peregrinación. Para ello puede ponerse en contacto con caulquier asociación de Amigos del Camino de Santiago . En ellas le facilitarán la información que necesita y le orientarán sobre la organización de las etapas, libros de consulta, lugares de alojamiento y los consejos prácticos que necesita un peregrino.

El Camino de Santiago a pie

Antes de caminar
Para muchas personas la peregrinación a pie a Santiago de Compostela ha sido una de las experiencias más gratificantes de su vida. Al mismo tiempo es un empeño físico y mental que hay que preparar a conciencia. Los siguientes consejos pueden ayudarle.

Preparando el recorrido
Antes que nada hay que procurar ambientarse a base de leer algo sobre la historia del Camino y la peregrinación, que nos ayude a sentirnos eslabones de la gran cadena de peregrinos que nos han precedido, y nos prepare a disfrutar mejor del recorrido. Consulte las guías más actualizadas que existen en el mercado.
Procure hacer un plan de etapas previo, pensando que lo normal es recorrer de 25 a 30 kilómetros cada día. Conviene programar al principio etapas cortas para que su cuerpo se vaya adaptando. Al cabo de unos días ya estará entrenado y podrá hacer etapas más largas. Puede programar algún día de descanso; pero, lo mejor es que realice algunas etapas cortas (sobre 15 Km.), haciéndolas coincidir con el paso por los lugares que quiera visitar detenidamente.
Consulte la lista de albergues actualizada si desea usarlos.Estos alojamientos son exclusivamente para los que peregrinan a pie o bicicleta sin realizar tramos en vehículo, y no se pueden hacer reservas. Los grupos grandes de peregrinos conviene que busquen otras alternativas fuera de los refugios habituales. Suelen tener más medios a su alcance y no es lógico que llenen los albergues y dejen a otros peregrinos en la calle.
La peregrinación andando está al alcance de la mayoría de las personas aunque no sean atletas, siempre que sepan dosificar el esfuerzo en función de sus posibilidades físicas. Tendrá que entrenarse realizando caminatas cada vez más largas y, a ser posible, con la mochila cargada con todo el equipo imprescindible que piense llevar, así comprenderá que cuando "pesa", lleva más de lo "imprescindible", y es mejor dejar lo superfluo en casa.

Preparando el equipo

1. La mochila: Será su compañera de camino durante muchas horas por lo que debe ser cómoda y ligera. Procúrese una de tipo anatómico, con correas en la cintura y el pecho, y con bolsillos laterales superiores. Hay que meter las cosas en la mochila de forma ordenada y en bolsas de plástico de diversos colores para facilitar su uso y prevenir que se puedan mojar. El peso es un tremendo problema, que se evita prescindiendo de casi todo. Si excede de 10 Kg. "le pesará". Al cargarla hay que distribuir lo más pesado al fondo y lo más próximo posible a la espalda. Nunca es conveniente llevar nada fuera de la mochila colgando porque se moja o se pierde con facilidad.

2. Saco de dormir: Es imprescindible si piensa utilizar refugios o albergues de peregrinos. En verano no es necesario que sea muy grueso y por tanto muy pesado. También es conveniente llevar una esterilla para no dormir directamente en el suelo.

3. Calzado: Hay que llevar más de un par y procurar que el pie esté previamente acostumbrado a ellos (usados). Lo ideal sería una bota de tejido, ligera y transpirable, que proteja los tobillos de los esguinces y facilite caminar entre piedras y barro. En verano se pueden utilizar zapatillas de deporte si las botas le resultan incómodas.

4. Ropa: La justa. Dos juegos de cada pieza (camisa, pantalón.); mudas y calcetines necesarios; un jersey y chubasquero o capa que en caso de lluvia pueda tapar la mochila. Una bolsita con detergente facilitará la limpieza y que al final de la jornada se pueda poner ropa limpia. Será agradable para usted y para el olfato de los demás. El estilo y la vestimenta es aconsejable cuidarlos, de forma que se nos identifique como peregrinos y no como simples deportistas. Para ello llevaremos en la mochila la concha y en la mano el bordón del caminante. Es conveniente portar un sombrero de tela o paja; este último especialmente en épocas de calor. Siempre conviene llevar a mano un pantalón largo, que se los pueda poner fácilmente sin quitarse el calzado, y una prenda para evitar enfriarse en las paradas y poder vestirse de forma discreta para entrar en las iglesias, tiendas refugios, etc.

5. Comida: Siempre hay que llevar un poco de comida encima, sobre todo frutos secos, fruta o chocolate; y la cantimplora llena. Es inútil cargar comida para más de un día. En los albergues le informarán si hay dificultades para encontrar alimentos en los siguientes kilómetros.

6. Botiquín: Se puede llevar un pequeño botiquín con yodo, esparadrapo de tela, gasas estériles, tiritas, algún laxante, antidiarreico, una crema anti-inflamatoria y crema solar con alto grado de protección.

7. Bordón: Un bordón ayuda a caminar aunque "a priori" parezca molesto.

8. Varios: Linterna. Una bolsa de plástico (con cordones para colgar al cuello) facilita llevar a mano los mapas sin que se rompan ni mojen. Además de una guía con mapas, puede llevar un libro pequeño que le ayude a la reflexión (Evangelio u otro libro religioso, poesía, y algo sobre historia y arte del Camino); pero no pretenda llevarse toda su biblioteca. Una libreta para tomar notas. No es bueno llevar mucho dinero encima. Es mejor usar tarjetas de crédito o cheques de viaje. Conviene que su familia tenga una idea de su recorrido y los teléfonos de las Oficinas de Información para localizarlo en casos urgentes. Gafas para el sol. Una pequeña navaja multiuso y lo que considere esencial completarán su equipamiento básico. (Atención al peso).

9. Documentación:

1. Personal: El Documento Nacional de Identidad o Pasaporte, y la Tarjeta de la Seguridad Social o cualquiera de Asistencia Sanitaria.

2. De peregrino: Credencial de Peregrino: En esta misma página existe un apartado que explica cómo obtenerla.


Al caminar

Tenga en cuenta que todo el camino está marcado a base de flechas amarillas y mojones de piedra. Esta señalización suele ser más fiable y actualizada que la de las guías, en caso de duda., siga la flecha.
En verano evite las horas de más calor a base de salir lo más temprano posible (procure no hacerlo de noche). Póngase crema protectora para el sol y no use durante muchas horas, sobre todo en los primeros días, camisetas y pantalones cortos. Procure, al principio, no caminar muy rápido hasta que conozca su ritmo. Si peregrina en grupo procure adaptarse al ritmo del más lento, en el Camino no hay que buscar llegar el primero, sino llegar.
Si usa los albergues de peregrinos comprobará que no todos reúnen buenas condiciones: acepte lo que le ofrezcan y agradezca el esfuerzo de las personas que trabajan para ayudarle de modo altruista. Procure colaborar para dejar los albergues limpios y ayude con un donativo para sus gastos de mantenimiento. Por la noche recuerde que hay que respetar el descanso de los demás. Apague el teléfono móvil. Los refugios están previstos para pasar una sola noche y tan sólo para los que peregrinan a pie, en bicicleta o a caballo. En caso de enfermedad consulte con los responsables del refugio, que dependiendo de las circunstancias, le informarán si puede quedarse una jornada más y donde puede encontrar atención sanitaria.
Hacer la peregrinación a Santiago implica una cierta sobriedad en los gastos; no es de recibo el caso de algunos que piden refugio gratuito y luego gastan el dinero sin control en otras cosas. Ser peregrino incluye el ser honesto.
Trate con amabilidad a la gente que encuentre al borde del Camino: no son "ignorantes" que deben estar a su servicio, sino personas normales que suelen tratar bien a los peregrinos porque los que han pasado antes que usted los han tratado así a ellos.
Al caminar por carretera sea prudente, no olvide que es la parte más débil y que los automóviles no se fijan demasiado en un "simple peatón".
Si encuentra alguna deficiencia o se le ocurre alguna sugerencia para mejorar las cosas, póngase en contacto con alguna de las oficinas de información. No se desanime aunque tenga problemas, éstos forman parte de "su Camino" y muchos peregrinos antes que usted los han tenido y los han superado.

¡ULTREIA!.