Triacastela,donde todos se entienden













* El párroco ha traducido todas las oraciones con la ayuda de los peregrinos
* Gasta parte del cepillo en fotocopias para las plegarias de los caminantes
* Es uno de los pocos lugares de Galicia que vive en exclusiva del Camino
* El Códice Calixtino fijaba el pueblo como la undécima etapa a Santiago






Don Augusto ojea el 'libro de los peregrinos' subido al altar de su iglesia. Lo estrenó a principios de año y, desde entonces, los caminantes ya han cubierto cincuenta de sus páginas en blanco, en las que relatan la experiencia del Camino y dejan constancia de su gratitud. "Caminante no hay camino, se hace camino al andar", reza una de las inscripciones del volumen en recuerdo del poeta Antonio Machado.



El párroco Augusto Losada lleva más de tres décadas oficiando misa en Triacastela, uno de los pueblos gallegos por los que cruza el Camino de Santiago y uno de los pocos en el que sus habitantes viven, casi en exclusiva, del peregrino. El municipio, situado entre Pedrafita y Sarria, se divide en dos partes bien diferenciadas: la calle que atraviesa la carretera nacional que lleva a Becerreá y la estrecha travesía de cemento por la que discurre el camino, salpicada de restaurantes y albergues privados a cada paso.



La iglesia de Santiago es uno de los mayores reclamos para los visitantes. Conserva el ábside románico, al igual que las vidrieras, aunque la estructura es de una época posterior. Pero no es el único tesoro que custodia el templo. Bajo llave, en la sacristía donde Augusto se prepara para la oración, se oculta parte de la riqueza del recinto. Cientos de documentos ordenados por idiomas y temáticas que guardan oraciones, plegarias y reflexiones religiosas traducidas directamente por los peregrinos.


















"El verdadero peregrino es aquel que cree internamente y externamente. El que no se acomoda a la pasividad de la vida. Es inquieto y tiene constancia de sí mismo", aclara el cura. Es a ellos, a los peregrinos, a los que encomienda la tarea de traducir los textos que él mismo escribe en la lengua de Cervantes. "También los hay que son campeones de velocidad, senderistas o turistas pero ése no es el verdadero peregrino", recalca Augusto.



En el cofre de madera que hace de cepillo apoyado sobre la pila bautismal a la entrada del tempo lo deja claro: 'Donativos para fotocopias y mantenimiento de la iglesia'. La pasada semana gastó 40 euros en una copistería de Lugo con los que pudo hacer 1.500 copias de sus últimas reflexiones. A las siete de la tarde, en la misa del peregrino, alemanes, suecos, noruegos o italianos se encargan de las lecturas en sus diferentes idiomas.



En la sacristía, donde el padre Augusto se prepara antes de celebrar la homilía de cada tarde, un enorme armario raído por el paso de los años atesora las cientos de páginas en las que los peregrinos han dejado su huella. Tiene oraciones hasta en veinte idiomas, gracias a la colaboración desinteresada de los caminantes con el párroco. Solo falta uno, el gallego. "Cuando viene un húngaro, un esloveno o un maltés le pido que me traduzca mis reflexiones y luego las leemos a la hora de la misa", subraya.



La lectura de los textos bíblicos hace que la homilía se prolongue durante una hora. El padre Augusto permite a sus fieles que permanezcan sentados mientras ayudan en la celebración de la misa. A pesar de ser una de las primeras paradas del Camino Francés en Galicia, muchos de ellos acusan el cansancio de etapas anteriores lo que dificulta que se mantengan en pie mientras se celebra la ceremonia eclesiástica.



No es el único de los secretos que guarda este pueblo bañado por las frondosas riberas del Río Oribio. En la parroquia de Cancelo todavía se conserva un altar renacentista del siglo XV, mientras que en la iglesia de San Salvador permanecía una de las pocas vírgenes 'abrideiras' que existen en el mundo y que ya no se enseña, por el temor a los amigos de los ajeno. La alcaldesa, Olga Iglesias, explica que Triacastela "tiene algo mágico que hay que poner en valor". En el municipio residen 850 habitantes. Pero sólo 100 viven en el núcleo urbano y aprovechan el Camino para hacer negocio y sobrevivir.
La decoración de las terrazas incluye pizarras donde está escrito el menú del peregrino. Y los recuerdos del Camino se apilan en las estanterías de las tiendas de souvenirs. Al albergue público se suman hasta seis más privados y han proliferado los hoteles y restaurantes. Triacastela multiplica por cuatro su población a diario entre los meses de febrero a octubre. Desde el Ayuntamiento reconocen que entre las tareas pendientes está abrir una Oficina de Información Turística para el caminante, embellecer el municipio y recuperar el patrimonio que poseen.



La alcaldesa 'popular', recién llegada al Ayuntamiento tras tres mandatos de gobierno socialista, muestra su enfado porque una de las firmas más importantes de refrescos del mundo se haya olvidado de Triacastela en las máquinas que diseñó y que recorren el Camino. "Muchos de los hosteleros decidieron no aceptarla porque no aparecemos, un pueblo histórico que obviaron", lamenta.





Es una tierra escondida entre enormes montañas, rica en vegetación y de cuya importancia dejó constancia incluso el Códice Calixtino en la Edad Media. El documento, robado de la Catedral de Santiago hace semanas, recogía en sus páginas la mención a Triacastela como el final de la undécima etapa del camino a Compostela, a más de 100 kilómetros del sepulcro santo.






Soltar lastre en Correos



Camille y Jean son franceses. Hacen el camino en bicicleta desde León. Aprovechan su parada en el pueblo para deshacerse de parte de su equipaje, demasiado pesado para continuar la aventura. Como ellos, son más de treinta los peregrinos que a diario acuden a la oficina de Correos del pueblo desde donde envían postales a sus familiares y sueltan lastre para las siguientes etapas.



María López lleva treinta años al frente de la oficina, tiempo en el que ha tenido contacto con gente de casi todo el mundo. "Los asiáticos y los africanos son los que menos vienen pero luego llegan caminantes de todo el mundo", explica. Entre las sorpresas que le han dado, recuerda el envío de un lote de quesos envasado al vacío a Madrid o los paquetes acolchados con botellas de aguardiente que los caminantes envían a sus familias. Con frecuencia, al igual que la pareja francesa, muchos aprovechan para mandar parte de su ropa al lugar de destino tras haber cargado demasiado la mochila.



Faltan dos horas para las siete. Augusto prepara el atuendo con el que oficiará la misa del peregrino. Busca entre sus documentos una poesía en noruego. Un grupo está de paso en Triacastela. Serán los encargados de la lectura. Sabe que no le han engañado con las traducciones porque los años le han hecho reconocer "al auténtico peregrino".


























Silvia Pena /El Mundo

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Consejos a la hora de hacer el Camino

Si está empezando a leer esto es porque está interesado en hacer el Camino de Santiago; pero realmente, ¿Sabe qué es el Camino de Santiago?; ¿ha caminado o pedaleado alguna vez?; ¿está dispuesto a sufrir el calor, la lluvia o el frío?, ¿a saborear la amistad, el paisaje, la soledad o los silencios?.

¿Qué es el camino de santiago?

Desde el descubrimiento de la tumba del Apóstol Santiago en Compostela, en el siglo IX, el Camino de Santiago se convirtió en el más importante itinerario de peregrinación de la Europa medieval. El paso de innumerables peregrinos que, movidos por su fe, se dirigían a Compostela desde todos los países europeos, sirvió como punto de partida del desarrollo artístico, social y económico que dejó sus huellas a todo lo largo del Camino de Santiago. Pero, el Camino no es sólo un resto arqueológico de un espléndido pasado histórico, sino que es un camino vivo, renovado por el paso de los nuevos peregrinos que reviven en este siglo una historia que es patrimonio común a los pueblos de Europa.
Peregrinar a Compostela al modo tradicional no es simplemente hacer un recorrido turístico o deportivo por un itinerario artístico en contacto con la naturaleza. Es todo eso; pero es mucho más. Es encontrarse con las raíces religiosas e históricas de Europa, es renovar un Camino de transformación interior, es caminar al ritmo de otros siglos, es. peregrinar.
Podemos decir que el Camino de Santiago es un símbolo. Es una ruta de fe; una ruta de arte y cultura; una ruta ecológica y humana: un encuentro con la trascendencia; la búsqueda de uno mismo; una peregrinación a Finisterre, al misterioso morir y renacer. Es una aventura física y espiritual y hay que prepararse para ella.

¿Ha caminado alguna vez?, ¿Ha pedaleado alguna vez?

Seguramente sí, pero no es lo mismo hacer un pequeño recorrido por las cercanías de su ciudad, y de forma esporádica, que emprender una aventura como el Camino Francés. Para que esta experiencia le resulte grata, antes de ponerse en marcha conviene que busque información, que conozca la historia del Camino, que se prepare físicamente para poder realizar la peregrinación. Para ello puede ponerse en contacto con caulquier asociación de Amigos del Camino de Santiago . En ellas le facilitarán la información que necesita y le orientarán sobre la organización de las etapas, libros de consulta, lugares de alojamiento y los consejos prácticos que necesita un peregrino.

El Camino de Santiago a pie

Antes de caminar
Para muchas personas la peregrinación a pie a Santiago de Compostela ha sido una de las experiencias más gratificantes de su vida. Al mismo tiempo es un empeño físico y mental que hay que preparar a conciencia. Los siguientes consejos pueden ayudarle.

Preparando el recorrido
Antes que nada hay que procurar ambientarse a base de leer algo sobre la historia del Camino y la peregrinación, que nos ayude a sentirnos eslabones de la gran cadena de peregrinos que nos han precedido, y nos prepare a disfrutar mejor del recorrido. Consulte las guías más actualizadas que existen en el mercado.
Procure hacer un plan de etapas previo, pensando que lo normal es recorrer de 25 a 30 kilómetros cada día. Conviene programar al principio etapas cortas para que su cuerpo se vaya adaptando. Al cabo de unos días ya estará entrenado y podrá hacer etapas más largas. Puede programar algún día de descanso; pero, lo mejor es que realice algunas etapas cortas (sobre 15 Km.), haciéndolas coincidir con el paso por los lugares que quiera visitar detenidamente.
Consulte la lista de albergues actualizada si desea usarlos.Estos alojamientos son exclusivamente para los que peregrinan a pie o bicicleta sin realizar tramos en vehículo, y no se pueden hacer reservas. Los grupos grandes de peregrinos conviene que busquen otras alternativas fuera de los refugios habituales. Suelen tener más medios a su alcance y no es lógico que llenen los albergues y dejen a otros peregrinos en la calle.
La peregrinación andando está al alcance de la mayoría de las personas aunque no sean atletas, siempre que sepan dosificar el esfuerzo en función de sus posibilidades físicas. Tendrá que entrenarse realizando caminatas cada vez más largas y, a ser posible, con la mochila cargada con todo el equipo imprescindible que piense llevar, así comprenderá que cuando "pesa", lleva más de lo "imprescindible", y es mejor dejar lo superfluo en casa.

Preparando el equipo

1. La mochila: Será su compañera de camino durante muchas horas por lo que debe ser cómoda y ligera. Procúrese una de tipo anatómico, con correas en la cintura y el pecho, y con bolsillos laterales superiores. Hay que meter las cosas en la mochila de forma ordenada y en bolsas de plástico de diversos colores para facilitar su uso y prevenir que se puedan mojar. El peso es un tremendo problema, que se evita prescindiendo de casi todo. Si excede de 10 Kg. "le pesará". Al cargarla hay que distribuir lo más pesado al fondo y lo más próximo posible a la espalda. Nunca es conveniente llevar nada fuera de la mochila colgando porque se moja o se pierde con facilidad.

2. Saco de dormir: Es imprescindible si piensa utilizar refugios o albergues de peregrinos. En verano no es necesario que sea muy grueso y por tanto muy pesado. También es conveniente llevar una esterilla para no dormir directamente en el suelo.

3. Calzado: Hay que llevar más de un par y procurar que el pie esté previamente acostumbrado a ellos (usados). Lo ideal sería una bota de tejido, ligera y transpirable, que proteja los tobillos de los esguinces y facilite caminar entre piedras y barro. En verano se pueden utilizar zapatillas de deporte si las botas le resultan incómodas.

4. Ropa: La justa. Dos juegos de cada pieza (camisa, pantalón.); mudas y calcetines necesarios; un jersey y chubasquero o capa que en caso de lluvia pueda tapar la mochila. Una bolsita con detergente facilitará la limpieza y que al final de la jornada se pueda poner ropa limpia. Será agradable para usted y para el olfato de los demás. El estilo y la vestimenta es aconsejable cuidarlos, de forma que se nos identifique como peregrinos y no como simples deportistas. Para ello llevaremos en la mochila la concha y en la mano el bordón del caminante. Es conveniente portar un sombrero de tela o paja; este último especialmente en épocas de calor. Siempre conviene llevar a mano un pantalón largo, que se los pueda poner fácilmente sin quitarse el calzado, y una prenda para evitar enfriarse en las paradas y poder vestirse de forma discreta para entrar en las iglesias, tiendas refugios, etc.

5. Comida: Siempre hay que llevar un poco de comida encima, sobre todo frutos secos, fruta o chocolate; y la cantimplora llena. Es inútil cargar comida para más de un día. En los albergues le informarán si hay dificultades para encontrar alimentos en los siguientes kilómetros.

6. Botiquín: Se puede llevar un pequeño botiquín con yodo, esparadrapo de tela, gasas estériles, tiritas, algún laxante, antidiarreico, una crema anti-inflamatoria y crema solar con alto grado de protección.

7. Bordón: Un bordón ayuda a caminar aunque "a priori" parezca molesto.

8. Varios: Linterna. Una bolsa de plástico (con cordones para colgar al cuello) facilita llevar a mano los mapas sin que se rompan ni mojen. Además de una guía con mapas, puede llevar un libro pequeño que le ayude a la reflexión (Evangelio u otro libro religioso, poesía, y algo sobre historia y arte del Camino); pero no pretenda llevarse toda su biblioteca. Una libreta para tomar notas. No es bueno llevar mucho dinero encima. Es mejor usar tarjetas de crédito o cheques de viaje. Conviene que su familia tenga una idea de su recorrido y los teléfonos de las Oficinas de Información para localizarlo en casos urgentes. Gafas para el sol. Una pequeña navaja multiuso y lo que considere esencial completarán su equipamiento básico. (Atención al peso).

9. Documentación:

1. Personal: El Documento Nacional de Identidad o Pasaporte, y la Tarjeta de la Seguridad Social o cualquiera de Asistencia Sanitaria.

2. De peregrino: Credencial de Peregrino: En esta misma página existe un apartado que explica cómo obtenerla.


Al caminar

Tenga en cuenta que todo el camino está marcado a base de flechas amarillas y mojones de piedra. Esta señalización suele ser más fiable y actualizada que la de las guías, en caso de duda., siga la flecha.
En verano evite las horas de más calor a base de salir lo más temprano posible (procure no hacerlo de noche). Póngase crema protectora para el sol y no use durante muchas horas, sobre todo en los primeros días, camisetas y pantalones cortos. Procure, al principio, no caminar muy rápido hasta que conozca su ritmo. Si peregrina en grupo procure adaptarse al ritmo del más lento, en el Camino no hay que buscar llegar el primero, sino llegar.
Si usa los albergues de peregrinos comprobará que no todos reúnen buenas condiciones: acepte lo que le ofrezcan y agradezca el esfuerzo de las personas que trabajan para ayudarle de modo altruista. Procure colaborar para dejar los albergues limpios y ayude con un donativo para sus gastos de mantenimiento. Por la noche recuerde que hay que respetar el descanso de los demás. Apague el teléfono móvil. Los refugios están previstos para pasar una sola noche y tan sólo para los que peregrinan a pie, en bicicleta o a caballo. En caso de enfermedad consulte con los responsables del refugio, que dependiendo de las circunstancias, le informarán si puede quedarse una jornada más y donde puede encontrar atención sanitaria.
Hacer la peregrinación a Santiago implica una cierta sobriedad en los gastos; no es de recibo el caso de algunos que piden refugio gratuito y luego gastan el dinero sin control en otras cosas. Ser peregrino incluye el ser honesto.
Trate con amabilidad a la gente que encuentre al borde del Camino: no son "ignorantes" que deben estar a su servicio, sino personas normales que suelen tratar bien a los peregrinos porque los que han pasado antes que usted los han tratado así a ellos.
Al caminar por carretera sea prudente, no olvide que es la parte más débil y que los automóviles no se fijan demasiado en un "simple peatón".
Si encuentra alguna deficiencia o se le ocurre alguna sugerencia para mejorar las cosas, póngase en contacto con alguna de las oficinas de información. No se desanime aunque tenga problemas, éstos forman parte de "su Camino" y muchos peregrinos antes que usted los han tenido y los han superado.

¡ULTREIA!.